Ruth Flowers, una británica de 69 años, nunca imaginó que entrar a un boliche le iba a cambiar la vida. Pero pasó. Se calzó los auriculares y empezó a mezclar los distintos estilos musicales. Ahora triunfa en las discos de París, Francia, como la "abuela DJ". "Llegué tarde a la fiesta de cumpleaños de mi nieto. Entonces, en la puerta de la disco me dijeron: 'No creo que usted quiera entrar, señora'. Pero yo respondí: 'Creo que sí quiero'. Entré y había mucho ruido y las luces destellaban". Le gustó tanto que decidió dedicarse a la música
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